En Monte Carlo, su más reciente filme, Selena Gómez interpreta a Grace, una chica texana que de pronto ve cómo sus sueños, hasta entonces imposibles, se hacen realidad. Y no porque finalmente haya conseguido el dinero para irse de vacaciones a Europa junto a sus mejores amigos, sino porque una vez allí, como suele ocurrir gracias a la magia del cine, descubre que hay una chica exactamente igual a ella que es inmensamente rica.
Cuando, en una travesura, decide tomar su lugar, Grace experimenta de pronto un mundo repleto de lujos. En el lugar de su sosías, sin embargo, pronto descubre que no todo es color de rosas, por más que se tenga todo el dinero del mundo. La actriz, que este mes cumplirá los 19 años, admite en entrevista exclusiva que hay ciertas similitudes entre su propia experiencia y la de su personaje. "Aunque, claro, lo que le pasa a Grace es mucho más extremo de lo que viví yo, a mí también me ocurrió que mi vida se transformara de un momento para otro, aunque no con tanto dramatismo", confiesa en entrevista exclusiva.
En la vida real Gómez pasó de ser una chica común y corriente de 15 años a ser una superestrella de la televisión, gracias al extraordinario éxito de Wizards of Waverly Place. Pero, aunque pueda parece que todo se dio de la noche a la mañana, como ella misma explica, en un principio las cosas no fueron tan fáciles. "Comencé a actuar cuando tenía siete años. Al principio sólo hacía comerciales, lo cual no era muy estimulante; pero cuando tenía 11 años, fui a un casting a nivel nacional del Disney Channel. Yo me presenté en Austin y me eligieron. Me llevaron a Los Angeles, pero inicialmente no todos en el canal creían en mí. Aún así, me pusieron en un par de pilotos que no resultaron. Las cosas realmente cambiaron el día que Gary Marsh fue ascendido a presidente del canal", dice.
Aunque todavía se le puede ver en su popular programa de televisión, para Gómez éste ya es una cosa del pasado. "La verdad es que no fue mi decisión", admite con cierta molestia, aunque enseguida aclara: "es que ya no teníamos la edad para seguir haciendo el show. El actor que hace de mi hermano mayor en la serie ya tiene 22 y yo pronto voy a cumplir los 19. No podemos interpretar a alumnos de la escuela secundaria eternamente". Gómez, que parece agotada y limita sus palabras al máximo, agrega con tristeza: "Va a ser duro no tenerlos más cerca mío. Voy a extrañar al elenco y al equipo técnico. Grabar esa serie siempre fue una experiencia muy entretenida para mí".
El fin de su etapa televisiva no implica que éstos sean tiempos más tranquilos para la estrella. Además de Monte Carlo, participó del elenco de la nueva película de los Muppets que se estrenará en noviembre y acaba de sacar un tercer álbum junto a su banda Selena Gomez & The Scene, cuyo primer single, Who Says, debutó en marzo y para junio ya se había convertido en disco de oro. "Lo que me fascina de la música es que a través de ella consigo una conexión real con mis fans. Me encanta salir de gira, estar en el escenario delante de mis seguidores y ver cómo reaccionan cuando escuchan mi música. Es algo que me provoca muchísimo placer", señala. Eso no significa que le guste menos la actuación. "Como actriz puedo experimentar una vida completamente diferente. Puedo comportarme como alguien que no soy y ayudar a la gente a que experimente emociones a través de lo que vive mi personaje", explica.
En la comedia dirigida a los adolescentes que este viernes llega a las carteleras ese placer fue doble, ya que Gómez también interpreta a la millonaria cuyo lugar usurpa Grace. "Disfruté muchísimo de encarnar a Cornelia. Es verdaderamente malvada. Estoy segura de que mis fans se van a sorprender cuando me vean interpretando a un personaje tan diferente de todos los que he hecho antes". Y aunque parezca una inspiración curiosa para el papel de una villana, Selena trabajó intensamente para convertirse en una aristócrata perfecta. "Vi un montón de entrevistas con la princesa Diana'', agregó. "Originalmente querían que hablara como ella, que tuviera perfecto acento británico, pero yo tengo un registro vocal mucho más bajo. Lo cierto es que trabajé durante dos semanas y media perfeccionando el acento con una profesora de dicción", comenta. •
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